El
local era algo oscuro. Demasiado para Paula, pero lo obvió. Debía pasárselo
bien, tenía que hacerlo. Se fijaron en todo lo que les rodeaba: mesas de
billar, barra de bar, mesas pequeñas, un futbolín, millones de máquinas, mesas
rodeadas de gente jugando a las cartas… y sobre todo: mucha juventud.
Aquello
les impresionó, pero no más que les dejasen entrar. Con el carné de Sergio y
una sonrisa pícara de Miriam había sobrado.
Menuda seguridad.
Los
chicos y Miriam se pidieron un cubata cada uno, Paula una coca cola, y algo
desventada.
—¿Echamos
una de billar?—preguntó Gabriel.
Se
acercaron hacia la única mesa que estaba libre y sacaron las bolas, más los
tacos. Mientras todo era colocado el rubio dijo con una socarrona sonrisa:
—¿Chicos
contra chicas?
—¡Claro!
—¿No
creéis que os vamos a pegar una paliza?
Miriam
alzó las cejas y le miró con ojos cansados.
—Eres
un vacilón.
—No.
Tan solo digo la verdad—sonrió.
Paula
negó con la cabeza mientras aquellos dos discutían. Miró a Gabriel colocar las
bolas en el triángulo y se fijó lo guapo que estaba. Espera, ¿qué?
No está guapo, se
reprendió. Está normal, como ésta mañana.
—Gabi,
tú y yo contra estos dos—dijo Miriam haciendo sobresaltar a Paula. ¿Ella con
Gabi?
—Eso,
y tú, Paula, conmigo—Sergio le rodeó los hombros a la turulata castaña, que
miraba a su compañero de juego, distante.
El
moreno miró a su amigo, después a Paula, luego a Miriam y más adelante otra vez
a Paula. ¿A qué venía ese cambio de rumbo?
—A
mí me da igual, os voy a ganar de todas formas—mintió. No le daba igual, claro
que no. Él quería ir con Sergio, ¿o con la pareja de Sergio?
Con
Sergio, claro.
—Eso
habrá que verlo—dijo Paula alzando el taco.
—¿Quién
empieza?
—Nosotros,
Paula ¿tú primera?—le respondió a Miriam.
—Vale.
—¿Qué
va a ser?—preguntó Gabriel.
Paula
miró la mesa, las bolas amontonadas en un triángulo perfecto y su amiga
sonreírle desde el otro lado. La gente alborotada mientras jugaban y a Gabriel
otearle fijamente. Le dio a la bola blanca, y una rayada entró por la esquina
derecha.
—Rayadas—contestó,
mirándole a los ojos. Dirigió la vista a Sergio y se agachó para colocarse.
Situó el taco entre sus dedos, deslizándolo unas cuantas veces. Al final, empujó
de nuevo la bola blanca, que golpeó la 10, y ésta la 15, y se deslizaron ambas
por la misma esquina.
—¡Joder!—exclamó
Sergio riendo.
El
otro joven le miró bajo sus pestañas, asintió sonriendo hacia ella y le dio
paso para continuar. El hecho de que supiese jugar al billar le hacía
atrayente. ¿Un movimiento tan simple como fruncir el entrecejo y mirar una
pelota blanca debía ser tan seductor?
No,
se repitió de nuevo, negándose la visión de Paula.
Esta
vez, la chica probó con la bola número nueve, pero el final no dio resultado.
Quedó justo al lado de la misma esquina por donde las otras dos habían entrado.
—Nos
toca—exclamó Miriam. Se adelantó antes de que Gabriel le dijese lo contrario y
con un movimiento bastante brusco, le dio a la bola blanca.
Quiso
hacer una jugada parecida a la de su amiga, sin embargo, se quedó en la nada.
La bola golpeó el número 13, y ésta quedó en mitad de dos esquinas.
—Creo
que deberíamos apostar algo—apuntilló Sergio, cuando metió dos pelotas en dos
jugadas.
—¡Claro!
Ahora que estáis ganando, no te fastidia…
—¿Tienes
miedo, Miriam?—le picó.
—Pues
no. ¿Qué apostamos?—entró al trapo de mala manera.
El
seductor Sergio sonrió al darse cuenta que se había salido con la suya. Ya
tenía a Miriam metida en el bote para apostar algo. Miró a su amigo, que negó
con la cabeza varias veces.
—No
tío, no apostamos nada, qué no llevo casi dinero.
—No
tiene por qué ser económico.
—¿Qué?—preguntó
Paula.—Nada de apuestas, que con presión seguro que perdemos.
—Qué
negativa—cuchicheó Gabriel aposta. Paula se giró con las mejillas coloradas
pero no dijo nada, él, en cambio, sonrió por dentro al ver la ternura de su
gesto.
—Bueno
va, quién pierda, paga la comida de mañana—finalizó la morena.
Todos
asintieron conformes y siguieron con el juego.
Al
acabar Sergio, continuó Gabriel, quién dejó a todos fascinados metiendo tres de
golpe.
—Mmm,
se pone interesante.
Genial como siempre sigue así guapísima
ResponderEliminarGenial como siempre sigue así guapísima
ResponderEliminarMuy bien churri!¡!¡!¡!
ResponderEliminarGenial.....eres la mejor.!¡!¡!
Muy bien churri!¡!¡!¡!
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